Las investigaciones científicas mexicanas están haciendo contribuciones significativas en diversas áreas, incluyendo la biotecnología, la salud y el medio ambiente.
En el campo de la biotecnología, un estudio reciente ha analizado las tendencias tecnológicas en el sector biotecnológico en México y Estados Unidos. Los resultados muestran que, a pesar de que las trayectorias tecnológicas son similares en las empresas que patentan en ambos países, las mexicanas presentan un desempeño pobre. Esto refleja que en trayectorias tecnológicas globales las ventanas de oportunidad para las empresas nacionales se sitúan en tecnologías pre-paradigmáticas.
En el área de la salud, los doctores Hugo Mújica y Aurora Valdéz, investigadores del Tecnológico de Monterrey, desarrollaron un sistema que permite obtener películas biodegradables a partir de las cáscaras de diferentes frutas como la naranja, la toronja y el mango. Estas son capaces de sustituir los empaques a base de polímeros sintéticos que se utilizan en la industria para envolver ciertos productos y que generan grandes cantidades de basura.
En cuanto al medio ambiente, uno de los principales avances en la biotecnología en México fue el desarrollo de una vacuna contra la leishmaniasis, una enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos. Esta vacuna, conocida como Leish-Tec, fue desarrollada por científicos mexicanos y ha demostrado ser efectiva en la prevención de la enfermedad en animales.
Estas investigaciones destacan el compromiso de México con la ciencia y la innovación. A través de estos esfuerzos, los científicos mexicanos están contribuyendo al avance del conocimiento y al desarrollo de soluciones a los desafíos globales.