La economía informal en la Ciudad de México ha experimentado una evolución significativa en las últimas décadas, con un impacto profundo tanto en los trabajadores como en las empresas formales.
Según un informe reciente, la economía informal se define como un conjunto de actividades que no están regidas por un marco legal y normativo. En otras palabras, la informalidad es resultado de la ley: al regular sólo ciertas actividades, otras necesariamente quedan fuera de ella.
Durante el siglo XX, cuatro tipos de informalidad aparecieron en México: la informalidad sanitaria, la informalidad urbanística, la informalidad de la propiedad y la informalidad ambiental. Estas formas de informalidad han tenido un impacto significativo en la economía de la Ciudad de México, generando dificultades y deteniendo el proceso de crecimiento del país debido a la irregularidad de las actividades comerciales.
La crisis del COVID-19 ha exacerbado aún más los desafíos que enfrentan los trabajadores en la economía informal. Muchos trabajadores han perdido días de trabajo y han visto caer sus ingresos. Además, altos niveles de inseguridad alimentaria persisten entre los trabajadores informales.
Las empresas formales también se ven afectadas por la economía informal. La competencia de las empresas informales puede reducir las ventas y los beneficios de las empresas formales, y la evasión fiscal en la economía informal puede aumentar la carga fiscal para las empresas formales.
Este informe subraya la necesidad de políticas efectivas para abordar los desafíos de la economía informal y para apoyar a los trabajadores y empresas afectados. Con la implementación de políticas adecuadas, la Ciudad de México puede transformar la economía informal en una fuerza para el crecimiento económico y la inclusión social.