En respuesta a la crisis, el gobierno se centró en el gasto social y la flexibilización de la política monetaria, pero evitó en gran medida los paquetes de ayuda para las empresas privadas. Además, el gobierno ha profundizado las medidas de austeridad, excepto en lo que respecta a los proyectos de infraestructura y empresas de propiedad del Estado como Pemex, considerados emblemáticos.
A pesar de los desafíos, México comenzó a recuperarse lentamente del impacto económico inicial de la pandemia. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que México sufrió la mayor retracción intertrimestral del PIB en su historia, cayendo un 17.3% en el segundo trimestre de 2020. Sin embargo, la economía mexicana recuperó algo de las pérdidas relacionadas con el coronavirus al crecer un 6.5% en el tercer trimestre de 2020, en comparación con el trimestre anterior.
El gobierno está preparándose para inyectar más dinero en Pemex, con el objetivo de mejorar su capacidad de producción y refinación. A pesar de los desafíos, la industria minera de México se recuperó significativamente durante la segunda mitad de 2020.
Estas medidas gubernamentales representan un esfuerzo significativo para abordar el impacto económico de la pandemia y sentar las bases para una recuperación económica sostenible. Con estas estrategias, el gobierno mexicano espera restaurar la confianza en la economía y fomentar un crecimiento económico sostenible en el futuro.